Las baterías son dispositivos que almacenan energía química y la convierten en energía eléctrica para alimentar dispositivos electrónicos y otros equipos. Están compuestas por celdas electroquímicas que contienen electrodos y electrolitos, y pueden ser recargables o desechables. Las baterías se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, desde dispositivos portátiles como teléfonos móviles y laptops hasta vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía renovable.
Las baterías fueron inventadas por el italiano Alessandro Volta en 1800, quien creó la primera pila eléctrica al apilar discos de cobre y zinc separados por una solución de ácido sulfúrico.
Tipos de baterias
Los tipos de baterías son diversos y cada uno tiene sus propias características. Desde las baterías de plomo-ácido hasta las de iones de litio, explicaremos las diferencias entre cada una de ellas.
1. Baterías de plomo-ácido: son las más comunes y se utilizan en automóviles, motocicletas y sistemas de energía solar. Son económicas pero tienen una vida útil limitada.
2. Baterías de iones de litio: son las más utilizadas en dispositivos electrónicos portátiles como teléfonos móviles, tabletas y ordenadores portátiles. Son ligeras y tienen una alta densidad de energía, lo que significa que pueden almacenar mucha energía en un espacio pequeño.
3. Baterías de níquel-cadmio: se utilizan en herramientas eléctricas, cámaras y otros dispositivos electrónicos. Son duraderas y tienen una vida útil más larga que las baterías de plomo-ácido, pero son menos eficientes y más pesadas.
4. Baterías de níquel-metal hidruro: son similares a las baterías de níquel-cadmio pero son más eficientes y menos tóxicas. Se utilizan en dispositivos electrónicos portátiles y en vehículos eléctricos.
5. Baterías de polímero de litio: son similares a las baterías de iones de litio pero tienen una forma más delgada y flexible. Se utilizan en dispositivos electrónicos portátiles y en vehículos eléctricos.
6. Baterías de zinc-carbono: son las baterías más económicas y se utilizan en dispositivos electrónicos de bajo consumo como mandos a distancia y relojes. Tienen una vida útil corta y no son recargables.
7. Baterías de zinc-aire: se utilizan en audífonos y otros dispositivos médicos. Son recargables y tienen una vida útil más larga que las baterías de zinc-carbono.
8. Baterías de litio-ferrofosfato: se utilizan en vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía solar. Son duraderas y seguras, pero tienen una densidad de energía más baja que las baterías de iones de litio.