La gelatina es un postre o ingrediente culinario que se obtiene a partir del colágeno de los tejidos conectivos de animales como cerdos, vacas o peces. Se presenta en forma de polvo o láminas y se utiliza para preparar postres, dulces, mousses, entre otros. También se utiliza como agente espesante en la industria alimentaria y farmacéutica. La gelatina es rica en proteínas y no contiene grasas ni colesterol.
La gelatina fue descubierta por accidente en el siglo XVII por un cocinero francés que dejó enfriar accidentalmente un caldo de huesos de cerdo y descubrió que se había convertido en una sustancia gelatinosa.
Tipos de gelatina
Si eres un amante de la cocina, seguramente sabes que existen diferentes tipos de gelatina que puedes utilizar en tus recetas. En este artículo te explicaremos cuáles son y cómo sacarles el máximo provecho.
1. Gelatina de frutas: es la más común y se elabora con jugo de frutas y azúcar.
2. Gelatina de leche: se elabora con leche, azúcar y gelatina en polvo. Es más cremosa que la de frutas.
3. Gelatina de yogurt: se elabora con yogurt y gelatina en polvo. Es una opción más saludable y con menos azúcar que la de frutas.
4. Gelatina de chocolate: se elabora con leche, chocolate y gelatina en polvo. Es una opción más dulce y cremosa.
5. Gelatina de café: se elabora con café y gelatina en polvo. Es una opción para los amantes del café.
6. Gelatina de vino: se elabora con vino y gelatina en polvo. Es una opción para los adultos y para ocasiones especiales.
7. Gelatina de agua de coco: se elabora con agua de coco y gelatina en polvo. Es una opción refrescante y saludable.
8. Gelatina de té: se elabora con té y gelatina en polvo. Es una opción para los amantes del té y para ocasiones especiales.
9. Gelatina de menta: se elabora con menta y gelatina en polvo. Es una opción refrescante y con un sabor diferente.
10. Gelatina de frutas tropicales: se elabora con jugo de frutas tropicales y gelatina en polvo. Es una opción exótica y refrescante.