Las lijas son herramientas abrasivas utilizadas para pulir, lijar o desbastar superficies de diferentes materiales como madera, metal, plástico, entre otros. Están compuestas por una base de papel, tela o fibra de vidrio, sobre la cual se adhiere un material abrasivo como el óxido de aluminio o el carburo de silicio. Las lijas se clasifican según su grado de abrasión, que va desde el más grueso al más fino, y se utilizan en diferentes etapas del proceso de acabado de una superficie.
El término «lija» proviene del nombre de la ciudad de Liège, en Bélgica, donde se fabricaban las primeras lijas de papel en el siglo XIII.
Tipos de lijas
A la hora de lijar, es importante conocer los diferentes tipos de lijas y sus funciones específicas. Desde las más gruesas para remover pintura hasta las más finas para dar un acabado suave, cada una tiene su utilidad. ¡Aprende cuál es la adecuada para cada tarea!
1. Lijas de papel: son las más comunes y se utilizan para lijar madera, metal y plástico.
2. Lijas de tela: son más resistentes que las de papel y se utilizan para lijar superficies más duras como el metal.
3. Lijas de esponja: son ideales para lijar superficies curvas o irregulares.
4. Lijas de diamante: se utilizan para lijar materiales muy duros como el vidrio o la cerámica.
5. Lijas de carburo de silicio: se utilizan para lijar materiales muy duros como el metal y la piedra.
6. Lijas de óxido de aluminio: se utilizan para lijar superficies de metal y madera.
7. Lijas de agua: se utilizan para lijar superficies húmedas como el vidrio o la piedra.
8. Lijas de grano fino: se utilizan para lijar superficies suaves y delicadas como el papel o la tela.
9. Lijas de grano grueso: se utilizan para lijar superficies más duras y resistentes como el metal o la madera.
10. Lijas de grano medio: se utilizan para lijar superficies intermedias como el plástico o la madera.