Los lubricantes son sustancias que se utilizan para reducir la fricción entre dos superficies en movimiento, con el fin de protegerlas del desgaste y prolongar su vida útil. Estos pueden ser líquidos, sólidos o semisólidos y se aplican en diferentes tipos de maquinarias, vehículos y equipos industriales. Los lubricantes también pueden tener propiedades adicionales, como la resistencia a altas temperaturas, la protección contra la corrosión y la mejora del rendimiento del motor.
El término «lubricante» proviene del latín «lubricare», que significa «hacer resbaladizo».
Tipos de lubricantes
Los tipos de lubricantes son diversos y se utilizan para diferentes fines. Desde aceites minerales hasta sintéticos, cada uno tiene sus propias características y beneficios. A continuación, explicaremos los diferentes tipos de lubricantes y sus usos más comunes.
1. Aceites minerales: son los lubricantes más comunes y económicos. Están hechos a base de petróleo y se utilizan en motores de combustión interna, maquinaria industrial y equipos de construcción.