Los injertos son una técnica de jardinería y agricultura en la que se unen dos plantas diferentes para crear una sola planta. Esto se hace cortando una rama o un brote de una planta y uniéndolo a otra planta, llamada portainjerto. El objetivo de los injertos es mejorar la calidad y la producción de las plantas, así como también para crear nuevas variedades. Los injertos también se utilizan en la medicina para reemplazar tejidos dañados o enfermos con tejidos sanos de otra parte del cuerpo o de un donante.
Los injertos se han utilizado desde la antigüedad para mejorar la calidad y la producción de frutas y verduras. En la actualidad, se utilizan técnicas de injerto para crear árboles frutales que produzcan varias variedades de frutas en un solo árbol.
Tipos de injertos
Si estás pensando en realizar un injerto, es importante que conozcas los diferentes tipos que existen. Cada uno tiene sus propias ventajas y desventajas, por lo que es fundamental elegir el más adecuado para tus necesidades. A continuación, te explicaremos en detalle cada uno de ellos.
1. Injerto de corona: se utiliza para injertar una rama en la parte superior de un árbol para crear una nueva copa.
2. Injerto de escudete: se utiliza para injertar una yema en un portainjerto para crear una nueva planta.
3. Injerto de púa: se utiliza para unir dos ramas de diferentes árboles para crear una nueva planta.
4. Injerto de acodo: se utiliza para crear una nueva planta a partir de una rama de un árbol existente.
5. Injerto de hendidura: se utiliza para unir dos ramas de diferentes árboles para crear una nueva planta.
6. Injerto de aproximación: se utiliza para unir dos plantas diferentes para crear una nueva planta.
7. Injerto de puente: se utiliza para unir dos ramas de diferentes árboles para crear una nueva planta.
8. Injerto de corona invertida: se utiliza para injertar una rama en la parte inferior de un árbol para crear una nueva raíz.